Por: Isabella Sosa
Ricardo Paredes Prior, dueño de la líbreria "Tinta y Café Librería", nos cuenta cómo nació su amor por los libros, de dónde surgió la idea de abrir una librería y sus autores favoritos.
¿Cómo fue que nació su amor por los libros?
Fue muy tarde, todo empezó cuando entré a la universidad. Yo estudié filosofía, tal vez eso llevo a la cuestión de que me gustaran los libros, de repente me empezaron a gustar.
¿Hay algún libro significativo para usted?
Sí, podré decir por lo menos dos, uno sería “Así habló Zaratustra” de Federico Nietzsche, de hecho él fue al primer filósofo que leí y también otro texto que es de un literato alemán, también llamado “Demian” de Hermann Hesse, incluso lo estuve leyendo como una manda cada año durante 4 años. Cada febrero lo leía, porque cuando lo leí por primera vez me dejó completamente anonadado y la verdad, las cosas que creía de repente empezaron a tambalearse y por eso me gustó bastante el hecho de que hiciera eso dicha obra. Después me creció la necesidad de entender un poco más de cómo llegó a esas a esos planteamientos del autor. Lee es un libro que realmente si te pone un poquito a dudar y un poco a pensar en eso que estás suponiendo.
¿Tiene algún autor preferido de la literatura latinoamericana?
Sí, de hecho podría ser más de uno, el primero se llama Juan Gelman poeta argentino y periodista. Por el lado del cuento me encanta, soy fan, considero que es el mayor escritor en Latinoamérica. Por último, un Hijo intelectual, por llamarlo de alguna manera de Jorge Luis Borges, que es Ricardo Piglia. Los tres que he mencionado son argentinos, pero son los que más me taladran la cabeza en este momento.
¿Cómo nació la idea de abrir una librería?
Eso es una cosa muy chistosa, porque cuando salí de la universidad me metí a trabajar en cuestiones de periodismo, a hacer corrección de estilo, armado del periódico y en el diseño del periódico, pero como en todo hay tiempos de vacas flacas. Como dicen vulgarmente, me tocó que me cepillaran de donde trabajaba y gracias el altísimo, como dicen por ahí, tuve oportunidad de entrar a trabajar en la librería de un amigo aquí en Xalapa. Estuve trabajando un par de años con él, en ese momento tampoco sabía mucho de la situación de los libros, pero de repente, esa misma necesidad que tengo de querer saber mucho o saber todo lo posible, me llevó también a tratar de ver cómo es que se manejaba el mundo de las librerías.
Al poco tiempo, ya más o menos, sabía esta cuestión de los libros, sabiendo de editoriales, los géneros que se pueden encontrar en las librerías. Creo yo que una persona que se dedica a la venta de libros, tendría que meterse con otras áreas, como las áreas de económico, administrativo, medicina, biología, idiomas, música.
Los vendedores de libros se centran principalmente en la literatura o de las humanides, pero para mi gusto eso hace que No haya realmente como se suponen la gente de este gremio. Que el Librero sabe casi de todo, pero realmente no realmente como que va todo esto se va aprendiendo, son años y años.
¿Qué tipo de libros y géneros podemos encontrar en su librería?
En la librería tratamos de tener básicamente de todo, de todos los materiales posibles y básicamente dividido en como dividen acá en México las áreas de las preparatorias, o por lo menos cuando me tocó a mí que era económico, administrativo, biológicas, matemáticas, exactas y humanidades. Lo interesante es encontrar más o menos libros que no llegan acá o se presentan a precios medios estrambóticos.
Usted mencionaba de que empezó a producir un podcast, ¿Cómo fue que nació esta idea?
Con dos amigos, iniciamos con un canal, pero ya murió porque no le damos contenido. Nosotros empezamos a dedicar a hacer reseñas de libros, pero lo que tratábamos de hacer que es también algo que trata de hacer la librería en general es quitar esa capucha que tiene la cultura en general como algo aburrido o complicado. Nuestro objetivo era tratar de ver todo esto con humor.
Posteriormente, ya se abrió la librería, por eso mismo se dejó el primer proyecto que se llamaba la buco teca, y cambiamos ya después cambiamos a Tinta y Café, que es el nombre de la librería. Bajo ese sello seguimos ahorita realizando vídeos en de Tops de libros, este reseñas de libros también hablamos del mundillo editorial, nos ponemos a investigar al respecto de cosas extrañas que hay detrás del gremio.
A la larga, precisamente por el hecho de que estudié Filosofía, comenzamos un canal con una línea editorial, por llamarlo de alguna manera, que es el podcast que es “puro café”, es un este hablamos en general de la filosofía.
¿Considera que los medios como librerías y podcast tienen una relación entre sí?
Sí, también fue otra cosa por la cual empezamos a hacer podcast, porque los que trabajamos en esto pensamos que todo cabe en un libro sabiéndolo editar, es decir, hay adaptaciones de libros a películas o a series, y lo interesante de esta es como fueron volcadas a los libros.
Con pretexto de los libros podemos realizar podcasts porque, pues básicamente un libro te cuenten una algo, ya sea una historia académica o en un ensayo donde te van a decir cómo es una molécula, hay miles de sucesos que te pueden narrar.
Al tener el tiempo dividido entre su librería y podcast, ¿Cuál ha sido el mayor desafío que ha tenido al tener que trabajar en ambas cosas?
Tener tiempo libre es un poco más complicado, porque siendo dueño o responsable de algo, pues no es tan fácil como ser solamente el empleado, porque uno se puede deslindar de su trabajo al cruzar la puerta, pero uno como emprendedor tiene que estar un poco más atento, siempre hay pendientes que arreglar.
Tampoco tengo mucho tiempo para cosas de esparcimiento, incluso se pensaría que el que vende libros, lee más. Sí, un poco, porque tiene una gran cantidad de libros a la mano, pero sale tanta cosa nueva que ya no sabes ni que realmente leer y luego el mismo placer que tenías por los libros, puede quedar atascado en esa vorágine de cosas que tienes que hacer por mantener tanto el negocio como el podcast.
¿Tiene algún futuro proyecto para su podcast o librería?
Sí, tengo ganas de hacer un festival internacional digital del de literatura, ya que a mí me gusta mucho, pero estoy más inclinado hacia la Filosofía. También en el mismo rollo de vender libros me tuve que poner a estudiar de otras materias y eso es muy interesante.
Cuando digo festival Internacional es me quiero dar a la tarea de poder conseguir escritores, ya no que vengan aquí a Xalapa, pero por lo menos sí esten vía Internet, más que nada, los autores latinoamericanos. Precisamente, en pandemia hicimos de 2 festivalitos de tres y cuatro días respectivamente, invitando a personas importantes de México, y lo que quiero ahora hacer es precisamente darle el brinco, quiero invitar a argentinos, colombianos, venezolanos.
¿Cuál sería el libro que usted recomendaría para que las personas lo leyeran por lo menos una vez en su vida?
Hay una cuestión, yo creo que de repente tiene el mismo problema que tiene el Quijote, como todo mundo sabemos de él, pero luego sucede que no, que es Pedro Páramo, de Juan Rulfo. No quiero sonar impositivo, pero es un libro que se tiene que leer casi a fuerza, porque le da un giro por completo a todo lo que se venía haciendo en la literatura mexicana hasta su momento.
De hecho, hay una anécdota con este libro, Gabriel García Márquez, el Creador, el ganador del Premio Nobel y Creador de este famosísimo libro “100 años de soledad”, antes de escribir “100 años de soledad” conoció Pedro Páramo, de Juan Rulfo y se lo echó en una noche. Entonces fue como se le vino a la mente como crear su obra maestra.
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